España es un mercado donde prevalece el ahorrador con un perfil de inversión muy conservador, es más, afirmaría que demasiado conservador. También es cierto que para entender bien la situación de la que venimos, podríamos aplicar el conocido dicho “de aquellos barros, estos lodos”. Durante años, incluso diría que décadas, hemos vivido en la cultura del “piso y del depósito”. La realidad es que llevamos casi un lustro en el que los puntales del ahorrador conservador, no sólo no han dado las rentabilidades esperadas, sino que han sido claramente negativas en términos reales. Ahora bien, estos últimos años hemos disfrutado de unos mercados financieros muy benévolos, especialmente gracias a los Bancos Centrales que han inundado de liquidez los mercados, al apuntalar la recuperación económica y, por ende, favoreciendo al incremento de los beneficios de las empresas, que también han obtenido rentabilidades muy interesantes. Durante estos últimos años, los Fondos de Inversión se han erigido con mucha fuerza como una nueva figura para el ahorrador conservador. Esto se debe al enorme esfuerzo de la industria de gestión de activos, que ha sido capaz de desarrollar soluciones de inversión muy eficientes para cualquier perfil de inversión.