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a industria de la gestión de activos ha experimentado numerosos cambios en las últimas décadas. Parte de esta trasformación está presente en los criterios de inversión que los profesionales del sector están introduciendo en la gestión de sus carteras. La Inversión Socialmente Responsable (ISR), también conocida como ESG, por sus siglas en inglés, ha supuesto un cambio de paradigma. No es una novedad, pero los gestores de activos han tomado conciencia de otras dimensiones de inversión, que recogen las inquietudes de la sociedad por distintas problemáticas que afectan a la conservación del medio ambiente, al desarrollo del capital humano o a la igualdad de derechos de las personas.
Promover los principios de inversión sostenible es responsabilidad de todos los agentes económicos y sociales que participan en los mercados financieros.