La nueva restricción a la planificación del ahorro de los españoles, que ha supuesto la reducción del límite máximo de aportación a Planes de Pensiones Individuales, de 8.000 euros a 2.000 euros, en vigor en 2021, unido a la propuesta de una nueva reducción hasta los 1.500 euros para el año que viene, es una muy mala noticia para los ahorradores españoles, que ven así drásticamente reducidas sus opciones de inversión a largo plazo. Por otra parte, se anuncia por el Gobierno su intención de promover Fondos de Pensiones de Empleo de promoción pública, hacia los que se proyecta desplazar los incentivos fiscales de los Planes de Pensiones Individuales.
Compartimos absolutamente la idea del Gobierno de estimular los Planes de empresa, ya que su desarrollo está muy lejos del de las principales economías del mundo, pero dicho desarrollo no debe ser nunca “a costa” de reducir la expansión brillante que han tenido los Planes individuales, y desde luego no es el momento adecuado para reducir los incentivos al ahorro a largo plazo cuando España lo necesita de forma imperiosa.
Ángel Martínez-Aldama. Director del Observatorio Inverco