Los retos de la industria de gestión de activos para 2024

Como prácticamente en todos los ejercicios que comienzan en enero, las incertidumbres que sobrevuelan al mercado hacen preciso que los inversores adopten sus decisiones con prudencia, reflexión y teniendo en cuenta el horizonte temporal de la inversión, sus posibles necesidades de liquidez y un entorno de inflación aparentemente más controlado.

Los dos últimos años se han caracterizado por haber presentado comportamientos extremos y, en cierto modo, poco predecibles. El comportamiento del mercado en 2022 fue especialmente negativo, con los activos financieros tanto de renta variable como de renta fija sufriendo severas correcciones.

La rentabilidad de los activos en 2023 ha sido muy superior a otros años, a pesar de que se presentaba como un año retador en el que las principales economías desarrolladas comenzaban a desacelerarse como consecuencia de los elevados niveles de inflación y el consecuente incremento los tipos de interés. No obstante, la renta variable ha sido el activo estrella y para la renta fija también ha sido un buen ejercicio.

Clemen Epalza, colaborador del Observatorio Inverco