No esperes a mañana lo que puedas ahorrar hoy

JUANmAmIERA todos, en mayor o menor medida, nos cuesta tomar decisiones. Algunas son sencillas y las hacemos automáticamente, casi sin pensar, pero hay otras, que ya sea porque son complejas, aburridas o nos den pereza, sólo las tomamos cuando no tenemos más remedio. Tanto es así que se ha puesto tan de moda el término procrastinar, que se usa incluso de forma coloquial (aunque sea incluso difícil de pronunciar) y que, etimológicamente significa  dejar de hacer algo ahora para hacerlo mañana, aunque en ocasiones entramos en un círculo vicioso por el que ese “mañana” nunca llega.

En el mundo de las finanzas personales nos pasa algo parecido: tardamos en tomar decisiones. Y uno de los problemas es que no tomar una decisión ya es una acción en sí.  Cada día que pasa con el dinero en la cuenta corriente, es un día más que has decidido qué prefieres la seguridad frente a la rentabilidad potencial que supone invertir.

Juanma Mier. Miembro del Observatorio Inverco