Durante las últimas semanas ha habido algunos comentarios sobre las Instituciones de Inversión Colectiva y, muy particularmente, sobre las SICAV y su régimen fiscal, por lo que conviene hacer algunas consideraciones sobre este tema. Las Instituciones de Inversión Colectiva (Sociedades y Fondos de Inversión) constituyen, en este momento, a nivel mundial, el más importante instrumento de canalización del ahorro hacia la inversión productiva. Existen en el mundo casi 70.000 Sociedades y Fondos de Inversión, con un volumen de activos que supera la cifra de 15 billones de euros. Este importe representa casi el 65% de la capitalización bursátil de todas las empresas cotizadas en las Bolsas mundiales o del volumen total de Deuda Pública y emisiones privadas de bonos y obligaciones, también a nivel mundial. Por este motivo, en todos los países donde están desarrollados estos instrumentos, su fiscalidad no solamente pretende eliminar la doble imposición sino que, generalmente, establece estímulos para estas Instituciones, por su importante papel en la potenciación de la economía y de los mercados financieros.