Un partícipe más preparado, la gran enseñanza tras un año de crisis

Gonzalo Meseguer 2018

Al comienzo de 2020, nada hacía presagiar todo lo que éste nos depararía, pero ya estamos en 2021, con la esperanza de mayores luces que sombras y vislumbrando, poco a poco, una mejoría en todos los sentidos. Desde un punto de vista eminentemente de ahorro o inversión, podemos decir alto y claro que los partícipes se han comportado con mucha madurez y calma durante todo este periodo. Madurez, pese a la extrema volatilidad de todo el año, con fuertes caídas de los mercados en la primera parte de año para después acabar con importantes alzas. Y calma, pues el partícipe no perdió los nervios y mantuvo la compostura en todo momento. Toda esta situación, no nos engañemos, ha resultado una verdadera prueba de fuego para medir si los pilares básicos que deben estar presentes en la estrategia de ahorro o inversión de un partícipe no se han visto afectados por este terremoto en forma de pandemia.

En este escenario, el V Estudio sobre la visión de los partícipes de fondos y sus gestoras que presentamos en octubre con el Observatorio Inverco suponía la “prueba del algodón” para medir ese grado de madurez y calma que antes mencionaba, en un momento, digamos, poco propicio. Pues bien, el estudio arrojaba algunas conclusiones muy interesantes. Por un lado, que el 76% de los partícipes recomendaría a un amigo invertir en un fondo de inversión por la rentabilidad, la diversificación y al ser un producto regulado y supervisado y que incluso un tercio define la renta variable como el activo preferido (¡y con la que estaba cayendo en los mercados en esos momentos!).

Gonzalo Meseguer. Observatorio Inverco